REIKI: MUJERES EMBARAZADAS Y BEBES

REIKI: MUJERES EMBARAZADAS Y BEBES

Reiki es un sistema de relajación y armonización natural redescubierto en Japón por el Dr. Mikao Usui, a mediados del siglo XIX, si bien sus orígenes se remontan a miles de años antes de Cristo. El sistema se basa en la utilización de la Energía Vital Universal (REI) para armonizar y equilibrar la energía individual de cada ser (Ki). Para esto se utilizan ejercicios de meditación, respiración e imposición de manos. Es muy sencillo de aprender y aplicar, simplemente recibiendo el primer nivel de Reiki, de manos de un maestro, estamos habilitados para utilizar sus herramientas.
Cualquier ser vivo puede recibir Reiki de manos de un reikista y los resultados siempre resultan positivos, ya que la energía fluye de manos del practicante hacia el paciente, equilibrando las zonas que están desequilibradas a nivel físico, mental y emocional.
Difícilmente exista un modo más natural y agradable de brindar Reiki que el de una mamá con su bebé. Pensemos que el bebé permanece 9 meses creciendo y desarrollándose en el útero de su madre, la cual le brinda el medio ideal para que esto ocurra. Durante el período de gestación, una madre que recibe Reiki (ya sea de sus propias manos o de otro practicante) se beneficia notablemente tanto en el aspecto físico (aliviando dolores de piernas, cintura, estados nauseosos del primer trimestre, acidez, sobrepeso, retención de líquidos, etc.) como en su aspecto mental emocional, logrando un estado de paz, relajación y tranquilidad que beneficia el desarrollo del bebé y permite un mayor disfrute de uno de los momentos más sublimes de la vida.
La mujer embarazada, que ha recibido el primer nivel de Reiki, simplemente apoyando las manos sobre su vientre está transmitiendo Reiki a su bebé, cuando decimos transmitir Reiki, hablamos de energía, armonía, relajación, paz y amor, condiciones indispensables para el crecimiento de cualquier fruto.
Cuando este fruto está maduro, llega el momento de nacer, se termina la vida dentro del útero materno, para comenzar el camino de la vida extrauterina. El nacimiento de un nuevo ser, es uno de los momentos más emotivos y vibrantes que existen en la vida del ser humano. En ese momento, cuando la madre está a punto de dar a luz, debe permanecer tranquila, relajada, para poder disfrutar y facilitar el nacimiento de su hijo.
Reiki ayuda a encontrar ese estado de paz, relajación y armonía durante el parto, y beneficia la recuperación durante el puerperio (período posterior al parto).
Todo lo que el bebé experimenta durante sus primeros días, semanas, meses y años, lo condicionará para toda su vida, quien recibe mucho amor y afecto en sus tiempos de bebé, será capaz de transmitir esas cualidades cuando sea mayor. Un bebé que recibe Reiki de manos de su madre está recibiendo amor.
Cualquier patología de la infancia puede ser tratada con Reiki, como complemento del tratamiento indicado por el profesional actuante, favoreciendo la recuperación del niño y potenciando los beneficios del tratamiento que el pediatra haya indicado.
El primer pediatra de un niño debe ser su madre, Reiki brinda herramientas para que la mamá pueda ofrecerle al niño asistencia hasta que sea visto por su pediatra.
Un niño sano que recibe Reiki se beneficia en su crecimiento y desarrollo, en su descanso, en su alimentación, en su carácter y en su maduración en todos los aspectos de su vida.
Un momento ideal para ofrecerle Reiki a un bebé es cuando la mamá lo está amantando, allí se produce un encuentro completo a través de los sentidos (contacto de la boca del bebé con el pezón y succión de la leche materna, la piel de la mamá en contacto directo con la piel del bebé, la mirada entre madre e hijo, el sonido de la succión, el aroma de los cuerpos); si bien una mamá que es canal de Reiki, cada vez que toca a su bebé está transmitiéndole esa energía de amor.
Resulta posible tratar a bebés y niños que no sean propios, pero es recomendable que los padres traten a sus propios hijos, para esto ambos o uno de los progenitores deben ser canales de Reiki.
Es importante aclarar que la práctica de Reiki no es un sustituto de la consulta al médico o a cualquier otro profesional matriculado.
La vida moderna muchas veces nos empuja a vivir acelerados, ansiosos, trabajando muchas horas al día para poder dar a nuestros hijos lo que necesitan, para que no les falte nada… pero tal vez lo que nuestros hijos necesitan es más tiempo de contacto con nosotros, más juego, más AMOR…..Reiki es una hermosa manera de dar AMOR.

María Laura y Gerardo